Las condiciones paupérrimas en que deben vivir miles de salteños, con necesidades básicas insatisfechas, inmersos en la indigencia, acentúan las muertes de niños por desnutrición en esta provincia. Muertes, que deberían ser evitables constituyendo como responsables de estos fallecimientos al estado provincial y nacional, como a los actores sociales que intervienen en el sistema público y gratuito de Salud.

Por Marco Díaz Muñoz.
Director Agencia de Noticias Copenoa

El fin primordial de la conformación del Estado, es la distribución equitativa de las riquezas de este, en nuestra provincia, como nación es una mera insinuación, dada como tal, ante los crecientes números de muertes por enfermedades evitables, enfermedades de la pobreza, como la desnutrición.

Los gobiernos entrantes y salientes, explican ante la opinión pública con distintas maniobras, inmorales por cierto, sobre las muertes por desnutrición en poblaciones desprotegidas, como las originarias, liberándose de la responsabilidad de esos fallecimientos evitables.

Durante las gobernaciones del peronista Juan Carlos Romero, fueron innumerables las muertes denunciadas por desnutrición, con certificados de defunción, que no detallaban la muerte por desnutrición de los menores, por falta de comida, abreviando sobre los fallecimientos, como deshidratación, o fallas cardiacas. Ante esta inmoralidad, el Servicio publico de Salud, y sus actores sociales, inmersos en la problemática, se llamaron al silencio, resguardando sus fuentes de trabajo, estableciendo como prioridad estas y no esclarecer la verdad, justificando la decisión de estos, de callar ante la persecución estatal, quedando convalidado el fraude de los certificados de defunción, que tenían como objetivo disminuir las cifras reales de las muertes por desnutrición en la provincia de Salta.

Un sistema de salud invasor

La desigualdad prosigue, como las muertes por desnutrición. Hoy, el gobernador también peronista Juan Manuel Urtubey difunde a la población que los fallecimientos obedecen a la no incorporación por parte de las comunidades originarias a las pautas culturales occidentales de control de salud, argumento, surgido y convalidado desde los actores sociales de base del sistema de salud. Mientras los originarios se revelan denunciando, abusos, malos tratos y discriminación, en los hospitales y centros de salud del norte de la provincia, y que dan a conocer a la opinión publica, mediante actas firmadas por sus representantes, que no son difundidas por los medios convencionales.

Las internas de poder, sobre nombramientos en el servicio de salud, directores de hospitales, jefes de centros de salud, han contribuido al decaimiento de las prestaciones del servicio de salud, también denunciado por los pueblos originarios.

Los gremios que agrupan a los profesionales que prestan servicio en el sistema público de salud estatal, denuncian la falta de medicamentos, de infraestructura edilicia, de ambulancias, de malos sueldos, de las condiciones de pobreza de la gente, pero estos como el gobierno, no plantean el cambio de concepto sobre las pautas culturales de salud en respeto a los pueblos originarios, sometiendo a esta población a un sistema invasor, que los aborígenes rechazan.

En los planteos realizados por distintas comunidades aborígenes, sobre la problemática en cuestión, estos insisten en la dificultad sobre la comunicación entre medico, agente sanitario y paciente, ante el desconocimiento de los facultativos de las lenguas ancestrales, como del idioma español por parte de los originarios.

La falta de medicamentos, de agentes sanitarios, de ambulancias, de agua potable, de contaminación, de controles efectivos sobre la población con dificultades de salud, es un reclamo constante por parte de las comunidades aborígenes y que la Agencia de Noticias Copenoa difunde cotidianamente. Como el aumento de casos de pobladores intoxicados por la utilización en los campos de sojas de plaguicidas en muchos casos de uso prohibido.

Para el Cacique Wichi Lucio Juan, el nombramiento en el servicio de Salud de agentes sanitarios bilingües es un paso primordial, como también el reconocimiento de pautas ancestrales, por parte del estado en el servicio de Salud. “Durante el año 2009, sufrí la perdida de mi hijo menor, que falleció por estar desnutrido, el agente sanitario no controló a mi hijo, y en el hospital de Mosconi, nos sentimos discriminados por los criollos, el agente sanitario adultero el certificado de vacunación para no hacerse responsable ” Dijo Lucio Juan consultado por la Agencia de Noticias Copenoa.

A fines del 2009, comunidades aborígenes que viven en el Departamento San Martin, realizaron una protesta en el hospital de la ciudad de Gral. Mosconi, solicitando al Director del hospital, Dardo Albarracin la inclusión de 10 agentes sanitarios bilingües. Albarracin nombro a dos aborígenes, comprometiéndose a proseguir con los llamamientos, los que quedaron frustrados por una interna en el hospital que dejo fuera del cargo a Dardo Albarracin y a los sucesivos nombramientos bilingües.

Para el dirigente originario y líder de la Union de Trabajadores Desocupados de Campamento Vespucio, Eduardo Paliza, las muertes por desnutrición están en aumento en la zona y la responsabilidad es del estado provincial. “Las internas entre médicos por espacio de poder, contribuye a un mal servicio de salud” Afirma Paliza, agregando “Los hermanos indígenas no entienden sobre los problemas de salud, y los médicos no se toman el tiempo para explicarles sobre lo que les sucede con su salud, por desconocimiento del idioma, esto aleja a los hermanos, son pautas culturales distintas. A esto debe sumarse, el desplazamiento de las hermanos aborígenes a vivir hacinados en la periferia de las ciudades de la zona, sin comida. Ahora fumigan a los que están en cercanías de las plantaciones de soja, con las graves consecuencias y enfermedades que originan la utilización de productos tóxicos prohibidos, lanzados desde aviones fumigadores. En el aeropuerto de Mosconi hay cinco aviones que realizan esta tarea, sin control alguno”.

El discurso oficial del gobierno de la provincia de Salta, que responsabiliza a los originarios de no ir a los servicios de salud, por pautas culturales, encuentra aliados en medios de comunicación que propagan este mensaje en la zona. “En Mosconi Sergio Torres, dueño de una radio, responsabiliza a los indígenas por las muertes por desnutrición, en clara defensa del discurso oficial, realizando propaganda a cambio de pautas publicitarias del gobierno de Urtubey y del Intendente Ruarte, ambos aliados políticos, en desmedros de la comunidad y sus problemas. También Torres realizo este trabajo sucio e inmoral durante los gobiernos de Romero, acusando a los compañeros desocupados como delincuentes por bloquear la ruta 34 para solicitar fuentes genuinas de trabajo, como la reestatización de lo que fuera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Y.P.F), inculcando a la comunidad sobre su mensaje único, donde los desocupados eran los malos y el gobierno los buenos, como sucede ahora con las muertes por desnutrición de los niños indígenas, donde sus padres son los malos y responsables de la muerte de sus hijos indígenas, desligando de la responsabilidad de estas muertes al gobierno de Urtubey, y al servicio de salud publica”. Afirmo, entre bronca y tristeza Eduardo Paliza a Copenoa.

Copenoa

Según Urtubey, los aborígenes desnutridos no van al hospital “por una cuestión cultural”

El Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, culpó a los propios aborígenes por la muerte de tres niños como consecuencia de la desnutrición al remarcar que “aún teniendo infraestructura sanitaria no quieren asistir a los hospitales por una cuestión cultural”.

“El eje de la cuestión es fortalecer en términos sanitarios y culturales la inclusión. Yo no transfiero nuestra responsabilidad pero debemos advertir que allí (en el tema cultural) está el verdadero problema”, señaló Urtubey luego de una reunión de gabinete según reproduce el sitio Radiosalta.com.

En enero, murieron por desnutrición tres niños de alrededor de un año, en las comunidades aborígenes próximas a Tartagal y otros tantos fueron internados con síntomas compatibles con esa enfermedad. Además, en diciembre, falleció una mujer aborigen de unos 40 años en la misma zona.

“Son más de cien mil los niños que se encuentran bajo control de los planes nutricionales del Gobierno, lo que ha permitido bajar los indicadores de desnutrición en la provincia de Salta. No hemos logrado resolver el problema cien por ciento y es por eso que se creó la coordinación de inclusión social que trabajará en forma coordinada con los equipos municipales”, defendió Urtubey a su gestión.

La Política Online

Críticas a Urtubey por los niños muertos por desnutrición

“No es un problema cultural que un chico, sea Wichí o no, se muera de hambre. Es un problema cultural del gobierno”, manifestó ‘Nenina’ Lescano

La antropóloga e integrante de la Red de Derechos Humanos Blanca ‘Nenina’ Lescano, salió al cruce de las afirmaciones del gobernador Urtubey, quien calificó como un tema ‘cultural’ que los wichis no lleven a sus hijos a un centro de salud cuando están enfermos.

“Me parece aberrante la respuesta del gobernador sobre los casos de muerte por desnutrición. Decir que es un problema cultural es un poco sacarse la responsabilidad y me parece muy triste que en nuestra provincia el problema de los pueblos originarios esté en esta interna aberrante que es entre Romero y Urtubey cuando en realidad nadie se plantea qué pasó con el 2% de las regalías petroleras que les corresponde a los pueblos originarios”, recordó.

La profesional explicó que existe una ley que protege a los pueblos originarios en la provincia que data de los años ‘88, ‘89, cuando gobernaba Roberto Romero. “Establecía el 2% de las regalías y se llamó IPA y, a partir de ahí, comenzaron los conflictos del manejo de los caciques, de las etnias y de todo lo demás, porque había caciques que hacían el juego al gobierno siendo cómplices cuando se modificó de tal manera para que la provincia pudiera tener el manejo de esos fondos. Luego pasó a llamarse IPPIS y tampoco respondió a las necesidades de su propio pueblo”, explicó a FM Noticias.

En relación a ello puso como ejemplo al cacique Indalecio Calermo, cuando defendía a su pueblo. “Calermo amenazaba con prenderse fuego junto a todo su pueblo y aparecía Sonia Escudero firmando un acuerdo en el Senado mediante el cual les iban a solucionar todos los problemas. Es parte de esta interna despiadada en donde algunos caciques terminan haciendo este juego. Calermo es también el que dijo que estaba todo solucionado con la gente que había sido torturada por la muerte de la joven Evangelina Pisco. La gente se olvida quién es cada uno”, sentenció.

Sobre la desnutrición que llevó a la muerte ya a cinco chicos en este 2011, aseguró que está afectando a la población del norte provincial en su conjunto, no solamente a las etnias indígenas, por lo que no se lo puede calificar como un problema cultural.

Más adelante hizo referencia a los pueblos originarios y cómo un hecho trágico los puede beneficiar.

“Esto los lleva a tal nivel de humanidad que estaban felices el día de las inundaciones y la catástrofe de Tartagal, de hace dos años, porque por primera vez llegaba un helicóptero tirando comida en el monte, esa es la situación”, destacó.

Agregó que el gobierno de Romero ya hizo aberraciones poniendo a Medina como coordinador de los pueblos indígenas y a Sonia Escudero como la cacique de esos pueblos.

“No es un problema cultural que un chico, sea Wichí o no, se muera por desnutrición. Es un problema cultural del gobierno”, aseguró finalmente.

El Intransigente